Se duplicó la cantidad de tratamientos de fertilización asistida desde la sanción de la ley

A cinco años de su aprobación, las prepagas y obras sociales deben cubrirlos, y hay 21 mil casos al año. 

En la Argentina se duplicó el número de tratamientos de fertilidad, a cinco años de la sanción de la ley 26.862. Actualmente se registran 21.000 ciclos al año de fertilización de alta complejidad, según la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER), en comparación a los 10.000 registrados en 2013. Por el momento aún se está lejos de alcanzar su potencial en nuestro país, estimado en 60.000 fertilizaciones anuales.

“Un gran porcentaje de personas aún hoy no acceden al tratamiento, estimamos que por factores sociales, culturales, económicos o de conocimiento, más allá de la cobertura”, explicó la vicepresidenta de SAMER y directora del Centro de Investigaciones en Medicina Reproductiva (CIMER), Stella Lancuba, en diálogo con Clarín.

La ley fue sancionada el 5 de junio de 2013 y buscaba garantizar el acceso integral a los procedimientos y técnicas médico asistenciales de reproducción asistida. Obras sociales y prepagas comenzaron desde entonces a cubrir esos tratamientos que requerían un costo muy alto.

“Hoy las obras sociales y prepagas están cumpliendo con la ley. Aceptan los tratamientos de alta y baja complejidad. Si bien algunas ponen palos en la rueda, terminan cumpliendo. Desde el Estado, entre 2016 y 2017 pusimos a funcionar consultorios de fertilidad en cada una de las provincias. Hay tres centros de alta complejidad en Córdoba, Tucumán y Bahía Blanca, y recientemente firmamos un convenio con el Hospital de Clínicas, en la Ciudad de Buenos Aires”. afirmó al mismo diario el coordinador general del Programa Nacional de Reproducción Médicamente Asistida del Ministerio de Salud de la Nación, Nicolás Neuspiller.

Sin embargo, la ley dejó algunos vacíos legales, como qué se debe hacer con los embriones congelados no transferidos. “La ley no se ocupó de temas complejos que tienen que ver con las donaciones de gametos y la criopreservación. Asistimos a un problema de abandono embrionario no contemplado en la norma”, consideró Lancuba.

“Este tema es tan difícil como la ley del aborto y creo que está atado a lo que suceda con ese proyecto. Si se aprueba, probablemente empecemos a hablar del destino de los embriones. Si no, habrá que seguir esperando”, agregó Neuspiller.

Diputados dio media sanción hace un año y medio a un proyecto que regulaba ese tema, pero se trabó en el Senado y perdió estado parlamentario.

 

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