Cristian Font, Vicepresidente de Confederación apuntó contra el Gobierno quien “no recibe a los clubes y no reglamenta las leyes que nos permitirían tener una tarifa social”.
El golpe al bolsillo por el aumento de las tarifas comenzó a fines de 2015, principio de 2016 cuando el Gobierno tomó la decisión de comenzar a adecuar el monto a “los valores razonables” sin subsidios y a los primeros que los golpeó y comenzaron con las quejas y reclamos fueron los Clubes de barrios.
Es que los valores para ellos fueron abismales y repercutió en sus actividades. El vicepresidente de la Confederación Argentina de Clubes de barrios Cristian Font reconoció que “hoy los clubes estamos en una situación gravísima”.
Haciendo referencia a una actividad puntual como el de las piletas climatizadas que es “un tema sensible”, explicó que el esfuerzo para que los clubes puedan tenerlas llevaron “10 o 12 años de inversión” y que hoy, con este tarifazo “no las podemos tener en funcionamiento porque nos llegan facturas de 50.000, 60.000 y hasta $100.000”.
Hoy en día, la Confederación está compuesta por 15 provincias de los cuales nuclea 12 mil clubes de más de veinte mil que existe en todo el país. Es ahí donde Font contó que “vemos día a día el deterioro no solo de nuestras instituciones sino de los barrios”.
“Tristemente los clubes de barrios nos volvimos a convertir en clubes de trueque, en comedores comunitarios y en albergue para gente que no tiene techo. Vivimos esto con sufrimiento”, manifestó en diálogo con Ventana Abierta por FM Milenium.
Por otro lado, Font señaló que “lo grave de todo esto es que el Estado está ausente” y apuntó contra el Gobierno al sostener que “se jacta del cumplimiento de las leyes, del diálogo pero no recibe a los clubes y no reglamenta las leyes que nos permitirían tener una tarifa social”.
Al ser si esta situación afecta a la disminución de la concurrencia de la gente a los clubes, el vicepresidente de la Confederación dijo que “tratamos que la gente, por más que no tenga la plata para pagar, sigan y sepan que las puertas siempre están abiertas”.
