La CGT para y el Gobierno volverá a insistir en el diálogo

Es el tercer paro desde la asunción de Mauricio Macri. La CGT vive una interna pero se encuentra unida en la medida de fuerza


La CGT desarrolla su tercer paro general a la administración de Mauricio Macri sin movilización pero con una alta adhesión de los gremios. La medida está enmarcada en el rechazo a las políticas económicas del Gobierno, en particular, contra el acuerdo con el FMI, el aumento de tarifas, el pedido del cese de despidos y la reapertura de paritarias libres.

La medida se da en medio de una interna dentro del triunvirato dirigente y de un clima de tensión con el Gobierno luego de que tras varias situaciones de diálogo, la CGT se cerrara a la negociación al calificar de «insuficiente» las ofertas del Ejecutivo. Desde la Casa Rosada aseguraron que durante todo el día intentarán sentarse a debatir pero dudan de la representatividad que tienen los dirigentes cegetistas por el deshilachado interno y porque están ante un proceso de renovación de autoridades.

La dirigencia de la central obrera pidió que se cumpla con cinco exigencias, de las cuales el Gobierno cedió en subir el techo paritario en un 5% y en devolver parte de la deuda con las obras sociales sindicales. Sin embargo, desde la cúpula gremial se interpretó como una «presión en las bases» y focalizaron en la necesidad de un paro para «descomprimir» la negociación».

Los diferentes jefes sindicales hicieron declaraciones previas al inicio de la medida de fuerza en la que manifestaron su postura radical en la defensa de sus reclamos ante la que consideran «falta de políticas» y de soluciones por parte de la gestión macrista. Así lo definió el colectivero Roberto Fernández (UTA) quien aclaró:  «Si uno manifiesta cosas y nos encontramos sin soluciones, esto no puede seguir para que nos lleven al infierno; yo me bajo»

En la misma línea, el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, manifestó su «miedo al caos social» que pueden generar las decisiones del gobierno de Cambiemos al tiempo que calificó al paro como «una oportunidad» para que se abra el diálogo ante una situación actual de «incertidumbre».

A persar de las rispideses internas, el paro encuentra a un triunvirato unido ante esta medida a la que acataron muchos sindicatos externos a la CGT como los aeronáuticos, los bancarios, UOM, SMATA y otros gremios industriales, Camioneros (no habrá recolección de residuos ni recarga de cajeros automáticos) y los empleados de las estaciones de servicio.

También los empleados públicos nucleados en UPCN y en ATE, con lo que se espera no haya atención en dependencias oficiales. El paro de transportes es un factor clave para la efectividad del paro ya que caso contrario muchos otros gremios podrían haberse resistido a la protesta, como el Comercio o la educación privada.

 

 

 

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