Se trata del joven que fue violado y asesinado por su DT, del club Defensor de Maldonado en Uruguay.
Luego del crimen de Felipe Romero, el nene de 10 años que jugaba al baby fútbol en el Club Defensor de Maldonado en Uruguay, los padres del resto de los niños temen por la posibilidad de que fueran abusados por el mismo hombre: el DT de su categoría Fernando Sierra.
Este miedo creció más luego de que la jueza Adriana Morosini confirmara que la víctima presentaba signos de abuso sexual, “tanto lesiones recientes como de larga data”. Según fuentes oficiales, el entrenador, que después de matar al chico se suicidó, organizaba reuniones en su casa de las que participaban varios nenes.
«Hacía almuerzos y meriendas de las que participaban varios nenes. Los invitaba, por ejemplo, a ver algún partido de fútbol de la selección uruguaya. En la época en la que era el DT a mi hijo, yo fui a varios de esos encuentros y ayudé a preparar la comida. Era un ambiente normal, estaban los papás de Fernando y sus hermanos”, recuerda Miriam Sosa, secretaria de la institución. Asegura que “nunca notaron nada extraño”.
